miércoles, 10 de diciembre de 2008

Tango: “Primero hay que saber sufrir…”

Publicado por Leila Aisen el 17/11/08 en Tinta Digital, Semanario Digital

Es musical, es nostálgico, es sensual. El tango es un estilo musical y una danza rioplatense que nació en las ciudades de Buenos Aires, Montevideo y Rosario, aunque hoy se siente en todo el mundo. Según Enrique Santos Discépolo, uno de sus máximos poetas, el tango es “un pensamiento triste que se baila”.

Ciertamente, el tango es una expresión artística de fusión, de naturaleza urbana y raíces suburbanas, que nació gracias a la inmigración masiva europea del siglo XIX. Dado que los inmigrantes que llegaron al Río de la Plata superaban en cantidad a los nativos, el tango es hijo de un intenso mestizaje.

Así, los primeros tangueros eran afroargentinos y afrouruguayos, el bandoneón (el instrumento que da vida y distinción al tango, elegido por los tangueros del siglo XX para reemplazar a la flauta) es originario de Alemania, la sensualidad tiene explicación en los frecuentados prostíbulos, y el lunfardo está repleto de expresiones italianas y africanas. Con todo, el tango es único y original, no deriva de ningún otro estilo musical en particular.

Tierra y sentimiento

El escritor argentino Ernesto Sábato dice que por sobre todas las cosas el tango es un híbrido, una expresión original y nueva que deriva de una movilización humana gigantesca y excepcional. Para el escritor Jorge Luis Borges, la música del tango es tan rioplatense que cuando un compositor de otra parte del mundo intenta componer un tango “descubre, no sin estupor, que ha urdido algo que sus oídos no reconocen, que su memoria no hospeda y que su cuerpo rechaza”.

Éste se alimenta de sentimientos. En sus orígenes estas pasiones surgieron de la dura situación de millones de trabajadores inmigrantes, mayoritariamente varones, que vagaban solos en un país extraño, pagaban sexo con prostitutas y cada vez acumulaban más nostalgia hacia el amor verdadero de sus esposas que habían quedado en Europa.

Algunos clásicos tangos que siguen estos característicos temas son:
El desengaño amoroso: ‘Nostalgias‘
El paso del tiempo: ‘Volver‘
Problemática social: ‘Cambalache‘
La muerte: ‘Adiós Nonino‘
El amor: ‘El día que me quieras‘
La ciudad: ‘Balada para un loco‘
El tango: ‘Malena‘

El lunfardo

Este mix emocional lleva a la verdadera temática del tango: reflexión introspectiva, masiva y popular sobre el amor, el sexo, la frustración y el sentido de la vida y la muerte. Las letras están compuestas en base a estas temáticas y usan la jerga del lunfardo, que es necesaria comprender.

El lunfardo es principalmente una forma de hablar exageradamente por la que los argentinos y uruguayos somos reconocidos en todo el mundo. Tiene muchas semejanzas con el cocoliche italiano. Nació en el siglo XIX gracias a los italianos del barrio de Palermo, en Buenos Aires, pero también tuvo influencias de palabras sicilianas, africanas, aimaras, mapuches, judías, gitano-españolas, gallegas, quechuas, árabes, guaraníes, polacas, portuguesas e, incluso, inglesas.

Por ejemplo: “laburar” (trabajar) viene del italiano “lavorar”, “fiaca” significa flaqueza, “mufa” es fastidio y mala suerte, “mina” significa muchacha en dialecto lombardo, “gamba” (pierna) es también alguien que ayuda o tiene buenas intenciones y a su vez significa cien pesos porque “ayudan”, “gambetear” es esquivar, “yira / yiro” viene de girar, dar vueltas, y se lo asocia con la prostituta.

Muchos otros términos como “afano”, “boludo”, “bardo”, “bondi”, “cana”, “chabón”, “che”, “chorro”, “escabiar”, “junar”, “morfi”, “pibe”, “rajar”, “yuta” y más constituyen el corazón del habla rioplatense actual.

Pasión desde su origen

Eso en cuanto a la música y las letras. Ahora bien, en lo que respecta al baile, el tango se baila bien apretado, abrazando a la pareja. Es una danza muy sensual pero difícil de interpretar. No obstante, lo más importante es la expresión de las caras de los bailarines, que junto a los movimientos sugerentes, transmiten la verdadera esencia del tango que llega a todo espectador que se compenetra con el sufrimiento que emana del canto y el baile.

Pero, ¿cuándo empezó el tango? En 1900 el único entretenimiento era el teatro. Enrique Santos Discépolo y Homero Manzi fueron algunos de los que escribían versos para las obras, muchas de ellas en lunfardo. Es por ello que el tango se asemeja a una pieza de teatro dramática, rol dramático en el que Carlos Gardel fue el rey.

Gardel era un hombre carismático y alegre, pero siempre con una gran tendencia a la depresión. Es recordado por su habilidad para crear imágenes al cantar versos como “las nieves del tiempo platearon mi sien”, en ‘Volver‘.

Su evolución reciente

Sin lugar a dudas, la década del cuarenta fue la edad de oro del tango, que por entonces ya se interpretaba en bares nocturnos de categoría. En aquella época, los cantantes más distinguidos fueron el Polaco Goyeneche, Ángel Vargas y Edmundo Rivero.

Desde finales de la década de los ‘50 comenzaron a surgir corrientes tangueras renovadoras, primero con músicos como Mariano Mores y Aníbal Troilo, que empezaron a experimentar con nuevos sonidos, pero el icono indiscutido fue Ástor Piazzolla.

La música de Piazzolla generó controversias entre tradicionalistas y renovadores sobre si aquello era o no tango. Esta discusión llegó a su fin cuando en el Festival de la Canción de Buenos Aires, realizado en el Luna Park en 1969, Piazzolla y el uruguayo Horacio Ferrer presentaron el famoso vals tanguero ‘Balada para un loco‘, interpretado por Amelita Baltar. La canción causó un impacto inolvidable. Fue así como el dúo Piazzola-Ferrer realizó otras obras de amplia difusión popular como el tango ‘Chiquilín de Bachín‘ (1968) o la ópera-tango ‘María de Buenos Aires‘ (1967), entre muchísimas otros obras.

En aquellas dos décadas, el tango sufrió la confrontación generacional que llevaron adelante los movimientos juveniles mundiales (como la movida hippie en Estados Unidos y el Mayo francés de 1968), cuyos códigos eran el rock y la revolución sexual. En Argentina se manifestó como una confrontación generacional entre tango y rock: el tango era la música de “los viejos”, mientras que el rock era la música de los jóvenes.

Desde hace varios años, son comunes las fusiones del tango con el jazz, el rock y la música electrónica, siendo esta última la más difundida, donde destacan Tanghetto, Bajofondo Tango Club o Gotan Project. Esta mezcla dota al tango de un aire fresco que le da una nueva identidad que no desplaza a la tradicional, sino que la fortalece.

En la actualidad

Los tradicionales ‘cafetines’ de los barrios bonaerenses de El Abasto, San Telmo y La Boca aún conservan su especial estilo tanguero con ese gustito a fusión artística de música, danza y cultura multinacional.

Si bien el lunfardo fue cuestionado por algunos académicos de la Real Academia Española, hoy sigue vivo para crear música y es reformulado por las nuevas generaciones rioplatenses.

lunes, 27 de octubre de 2008

El hombre conduce pero la mujer no es una Marioneta

Art. de Lidia Ferrari

Revista B.A.Tango, Año IV, Número 89, diciembre de 1998, Buenos Aires

Existen ideas sobre el tango que, a veces, sin ser explícitas, tienen consecuencias sobre la forma en que se lo baila. Como en el tango el hombre es quien toma a su cargo la conducción de la danza (dirección, figuras, etc.) se tiende a ver esto de forma mecánica. Determinada marca es un estímulo que forma parte de un arco reflejo, es decir: tal estímulo produce determinada respuesta automática. Efectivamente, la marca del hombre condiciona lo que hace la mujer. Si bien es ley en el tango que el hombre conduce esto no quiere decir que la mujer sea una marioneta, pues se borraría la producción conjunta del baile y sobre todo la emoción que hay en ella. Si uno es guiado por este mecanicismo (aún sin darse cuenta) en la forma de considerar la marca del hombre y la respuesta a ella se pueden registrar varias consecuencias.Se puede notar en los comienzos del aprendizaje, tanto en el hombre como en la mujer que, efectivamente, muchos se forman esta idea de la conducción. Vemos entonces que los hombres realizan marcas mecánicas y desarticuladas y las mujeres responden en forma inmediata o en forma resistida, pero sin considerar lo que ellas pueden hacer en esa respuesta. Se tiende a recortar muy esquemáticamente los signos de las marcas. La mano que marca en la espalda y los brazos parecen desarticulados del resto del cuerpo. Se separa la marca de toda la intención corporal de hacia donde quiere ir el hombre o qué figura quiere hacer. Esto tiene consecuencias negativas sobre la forma de marcar y conducir. Exageran la marca más de lo conveniente, como si el movimiento de una mano debiera ser muy notorio para obtener la respuesta deseada. En la mujer es posible observar esto en que el paso cae, como si la mujer no se tomara el tiempo o la intención, y como si no pudiera sostener su cuerpo al margen del hombre o como si el paso no lo hiciera ella. Quizá convendría transformar la idea de esquema estímulo-respuesta por la de un engranaje, donde la acción del hombre (todo su cuerpo, su sensibilidad y su intención) conduce a que la mujer también produzca acciones (con todo su cuerpo, su sensibilidad y su intención) que a su vez encadenan en las acciones del hombre y así sucesivamente, siendo muy difícil aislar absolutamente la acción del uno de la del otro.

Me interesa referirme a la parte del baile de la mujer pues aunque siempre se diga que es mucho más sencilla que la del hombre (y esto es cierto) sin embargo debe emprender una ardua tarea. Debe por un lado afinar su sensibilidad para reconocer la intención del hombre y, al mismo tiempo, responder con su seguridad, su consistencia en los pasos y su tiempo de baile. Un delicado equilibrio que articula su necesaria y sutil disponibilidad a responder a la conducción del hombre y su firmeza, seguridad y destreza en la danza.

Entonces, aunque el trabajo de convertirse en una buena bailarina implique una tarea menos compleja que la del hombre no debe descuidarse la dificultad que supone la delicada tarea de articular su disponibilidad a la conducción del hombre con la firmeza de su baile. Y esto puede presentar problemas, si se exacerban algunos de esos términos.

Si se exacerba la disponibilidad puede llegar a responder automáticamente a la marca. Frecuentemente la mujer, en sus comienzos, responde automáticamente. El paso se hace breve, poco consistente, como si cayera. El efecto es que la mujer es arrastrada, zamarreada y hasta pierde el equilibrio. Es un "flan" que no baila, sino que es bailada. Ella responde automáticamente a la marca y no le da su volumen, su distancia y su estilo a los pasos.

Si ella inclina la balanza del lado de la firmeza quizá no pueda bailar en compañía y sensiblemente. Al sustraerse a la entrega al baile y al que la conduce, quizá parezca que baila sola, como soslayando el engranaje del que forma parte. En el engranaje las dos piezas deben ajustarse, coincidir, encontrarse, dialogar, al fin de cuentas no es una maquinaria (aunque a veces lo parezca) sino un diálogo de sensibilidades.

Una de las características del baile de la mujer está en sus adornos pero, sobre todo, en su maestría para saber seguir al hombre y bailar con su estilo.

Cuando una buena bailarina responde muy bien a la marca, puede bailar con cada hombre imponiendo su propio estilo y al mismo tiempo en correspondencia con el estilo de baile del hombre. Esto puede parecer a los ojos de los demás como que la mujer ya sabe lo que va a hacer el hombre. La marca o la conducción masculina no se nota. Parece que ya supiera qué es lo que va a hacer. Su respuesta es inmediata pero muy consistente. No se nota que está dejándose llevar y que es absolutamente sensible y dispuesta a la conducción masculina. Se advierte su presencia por su estilo, porque hace fácil esa dificultad de entender y percibir la marca del hombre y logra incluir su estilo, sus firuletes, sus adornos, su baile.

jueves, 2 de octubre de 2008

Proponen tango como patrimonio de la UNESCO

Noticia de Yahoo (remitida por Eilin)

1 de octubre de 2008, 05:35 PM

BUENOS AIRES (AP) - Las ciudades de Buenos Aires y Montevideo realizarán una petición conjunta ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para que el tango sea declarado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

"Buenos Aires y Montevideo aspiran a incluir el tango como innegable expresión popular en la que habitan las raíces y la historia de una comunidad", explicó el miércoles la alcaldía de la ciudad de Buenos Aires en su sitio de Internet.

Ya enfrentados por el fútbol, argentinos y uruguayos también tienen un clásico aparte por el tango. Durante décadas se disputaron el lugar de nacimiento del legendario Carlos Gardel y por la autoría de "La Cumparsita", compuesta por el uruguayo Mattos Rodríguez pero interpretada por primera vez por el sexteto argentino de Roberto Firpo en 1917.

El ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, destacó la iniciativa conjunta ante la UNESCO "porque el tango es una bandera que une ambas ciudades, formamos parte de una misma identidad y la cultura nos permite fortalecer esta identidad en común".

En 2003 la UNESCO adoptó la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, entendido éste como los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades, grupos y en algunos casos individuos reconocen como parte integral de su patrimonio cultural. También incluye objetos, artefactos y espacios culturales relacionados con las manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial.

La convención entró en vigor en 2007, tras lo cual se conformó un comité intergubernamental que en septiembre de 2009 elegirá por primera vez entre las numerosas candidaturas que aspiran a convertirse en patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

Federic Vacheron, especialista del programa de Cultura de la oficina de la UNESCO para el Mercosur en Montevideo, explicó a AP en diálogo telefónico que en caso de que el tango sea elegido "va a alcanzar una dimensión universal. Cambia totalmente su status".

"Contará con una protección máxima que impedirá a los Estados hacer lo que quieren con esa expresión, están obligados a conservar su autenticidad" y además los países que lo promovieron "podrán acceder a un fondo especial de la UNESCO", dijo el funcionario.

Pese a que se trata de una iniciativa de las alcaldías de ambas capitales sudamericanas, son los gobiernos centrales los que deben presentar las candidaturas ante la UNESCO.

El tango surgió en el Río de la Plata a fines del siglo XIX, en los suburbios de Buenos Aires y Montevideo, y lentamente fue ganando el favor de públicos más sofisticados hasta llegar a ser hoy una atracción en Europa, Estados Unidos y Japón.

UNIDOS POR EL TANGO

sábado, 27 de septiembre de 2008

Clases de tango: niveles

Este mes traemos un árticulo de Milena Plebs (www.milenaplebs.com) publicado en El Tangauta “La revista de tango” en el núm. 163 (mayo 2008) que trata un tema "interesante" para aprender y debatir.

En la enseñanza de tango, los profesores y alumnos se encuentran con la dificultad que genera la asistencia de personas con distintos niveles de baile a una misma clase. Es costumbre que las clases se estructuren en tres niveles: principiantes, intermedio y avanzado.

El tango argentino no es un baile académico, es un baile popular y la forma de enseñarlo es ecléptica. No se acostumbra que el maestro haga una preselección antes de las clases. Esta danza en pareja es exótica y magnética. Los intrincados movimientos de las piernas generan una fascinación a la cual muchos no pueden resistirse. Hay gran ansiedad e impaciencia por probar la complejidad del baile y no siempre hay conciencia de dónde se está parado en el proceso de aprendizaje. Esto puede complicar la fluidez del desarrollo de la lección, si es que está orientada a un nivel especifico. Actualmente, en todas las latitudes hay gran demanda de clases y regularmente los maestros vemos gente que toma lecciones de un nivel para el cual aún no están preparados. Además, siendo un baile de a dos, la diferencia de niveles podría complicar el progreso de otro compañero o compañera de mayor experiencia.

El tango es una danza atractiva, sugerente, y quizás tienta experimentar las figuras llamativas inmediatamente, cuando aún no se han asimilado sólidamente las bases.

Es prioridad trabajar en la armonía de este sistema de baile desde el comienzo: equilibrio, coordinación, postura, abrazo y mecanismo de acción y reacción que genera todo el baile, los cambios de peso y de dirección, el pivot, etcétera. Ir construyendo desde lo más sencillo, para luego ir evolucionando en la medida de las propias posibilidades. Cada uno debe apelar al sentido común para realizar la elección del nivel apropiado. Al transmitir los rudimentos de la danza, el profesor da explicaciones muy específicas sobre la esencia del baile y es muy útil aprovecharlas. Lo simple en la danza es un desafío. La lentitud brinda la posibilidad de verificar si se tiene equilibrio y si se pueden resolver las distintas instancias del baile.

¿Cómo darse cuenta de que se está asistiendo a una clase de un nivel correcto? La señal podría ser la frustración. Si ante reiterados intentos por hacer los pasos que marca el maestro, la frustración por no poder hacerlos persiste, posiblemente no se tenga el nivel necesario para realizarlos.

Tampoco hay que olvidar que la danza es goce, mejor ir avanzando de a poco para no perderlo. Y aunque se tenga un buen nivel de baile, es saludable volver periódicamente a revisar las bases. Visitar otros maestros nos puede dar enfoques diferentes del material elemental y asi enriquecer nuestro baile.

Concluyendo, vale recordar la frase célebre que oía repetir al gran Virulazo: “el día que te creés que bailás bien, no aprendés más”.

lunes, 15 de septiembre de 2008

¿Como mejorar el Tango en Tenerife?

Hola:

Después de muchos años intentando aportar mi granito para que haya Tango en Tenerife y mejorarlo si es posible, con mis aciertos y desaciertos, sigo con la misma “idea” pues sigo queriendo bailarlo y aprenderlo. Dado que dos cabezas piensan más que una y somos más de dos, he decidido aprovechar las “nuevas tecnologias” para ver lo que podemos hacer para que tod@s disfrutemos más de nuestra hobby.

Os invito a tod@s a aportar ideas, sugerencias y lo que estimen conveniente para que las personas que organizan cursos, milongas, etc puedan hacerlo mejor y más al gusto de todos. Incluso que podamos hacer otras cosas si no se hacen. El objetivo es que podamos disfrutar más de lo que nos gusta y podamos ampliar “la familia”. Creo que siempre será bueno para tod@s con independencia del “profe” de cada un@.

Yo creo que si aprendo a bailar X, quiero un sito donde bailar X, cursos de X … pero es posible que “se nos escape algo” o que “se pueda mejorar algo” y para solucionarlo va esta propuesta “bloguera” pues internet funciona las 24 horas del día los 365 días del año. Nadie podrá decir que no tiene “su momento” para poder opinar y colaborar si lo desea.

Mi segundo blog: http://tangonoticiastenerife.blogspot.com/ nacio con la intención de que fuera una especie de foro, pues mis conocimientos informáticos no dan para más. Esta además configurado para que todos puedan opinar incluso de forma anonima, asi que puede ser un medio factible para el debate y las sugerencias abierto al horario más comodo para cada un@ de nosotr@s.

El “beneficio” también será para tod@s, pues tod@s van a poder ver las “aportaciones” que se hagán. Habrá algunas buenas o muy buenas pero no realizables por depender de “otr@s” pero seguro que encontramos cosas que si podemos hacer. Mi intención es que este “tema” sigue abierto mientras el foro este en la red. Espero que de esa forma siempre podamos recibir ideas para mejorar.

Si alguien quiere opinar pero que su opinión no aparezca ni como anonimo en el blog, puede hacerlo personalmente a alguno de mis correos (ej: quiere hacer un comentario más “particular” que “global” o que puede “herir” y no es su intención). Si tiene problemas para poder hacerlo en el blog, puede enviarme sus comentarios, diciendome si quiere publicarlo con su nombre, un apodo, anonimo o no publicarlo. Que la “tecnología” no sea un problema para nadie.

Solo pido que intentemos no confundir el objetivo y no faltar el respeto a nadie. Todos los que hacemos “algo”, en el campo que sea, supongo que lo hacemos con nuestras mejores intenciones y ahora se trata de “unir y mejorar los esfuerzos” por y para el Tango.

Con esto, yo lanzo “la primera piedra”. A mi la idea me parece buena. El resto… depende de ustedes. Juntos, podremos con lo que sea. Animate y participa.

Un abrazo tanguero

Waldo Morales

domingo, 31 de agosto de 2008

Consejos para principiantes e intermedios

Articulos de Tanguillo publicados en Tangoscopio

Publicado el 27 de Abril del 2008

No necesariamente todos los que van a la milonga saben bailar. Algunos de hecho ni siquiera saben lo que es el tango, y muchas veces el que vayan al recinto donde el tango se convierte en danza tiene que ver más con un deseo de expedición antropológica que de diversión.

Y eso no está mal, al contrario, es elogiable. Pero, dependiendo del cuidado que se demuestre con respecto a las costumbres del lugar, el elogio puede convertirse en una reconvención, tal vez en un reproche, y hasta en una bien puesta puteada si nuestro explorador antropológico actúa con el sentido común de un troglodita, o peor, del típico turista (nótese el uso de la palabra “típico”).

Prevenir es mejor que curar decía, mi abuela mientras ponía llave a la puerta de la habitación en donde se encerraba tardes enteras conmigo, para evitar travesuras. Así terminé aprendiendo las delicias del tejido crochet, mientras tejía una y otra vez zoquetitos (en realidad, uno solo, que se destejía y tejía para “no desperdiciar lana”). Pero esa es otra historia (la de mi fetichismo con la lana y el punto Picot) que no viene al caso. Lo importante es que imitaremos a mi abuela, (en su actitud, ya que no en su accionar carcelario), y nos aprenderemos algunas reglas básicas que nos permitan salir bien parados de la incursión al santuario milonguero.

La pista es para bailar, no para conversar:
Nunca está de más recordarlo, porque es un error bastante común y de los más molestos: una o varias personas paradas en la pista, en lo que ellos creen es un lugar adecuado simplemente porque los bailarines los están esquivando. Gente, no es una disco. Uno no se para a hacer sociales o a mirar al lado de los que bailan. Y se baila en toda la extensión de la pista, cuyos límites son, en la mayoría de los casos, los lugares donde empiezan las mesas. O sea que si te parás a charlar en algún lado, debe ser de donde empiezan las mesas, para atrás. Hay excepciones, milongas en las que no se puede circular por entre las mesas, y por lo tanto es necesario hacerlo por los bordes de la pista. La palabra clave aquí es circular. Podés en el caso de estas milongas usar la pista para ir a algún lado, siempre por el costado y jamás cruzándola, pero no podés ubicarte estáticamente en ella. Quitás espacio de desplazamiento a los bailarines, algo siempre escaso.

La pista es para bailar, no para “jugar”:
Ciertamente, si bailar con la mejor intención pero sin saber sería un error, mucho mas lo es entrar a la pista en plan de “gracioso”. No solo lo que hagás en esa actitud te va a dejar mal parado sino que todo lo que pensás que remotamente puede causar risa, ya ha sido hecho antes: bailar tango como si fuera tango europeo, bailarlo como salsa, bailarlo de forma exagerada, etc, etc. No solo vas a quedar como un tarado, sino como un tarado nada original. Y lo que es peor, podés llegar a molestar a las personas que si bailan, lo cual te puede acarrear problemas, y hasta que te saquen de la milonga.

La pista es para los que saben:
Es natural la tentación en la visita a la milonga de sumar la experiencia de ingresar a la pista para dar unos pasos, especialmente si antes tomaste una clase aprendiendo quizá el paso básico. Esta intrusión sería verdaderamente desaconsejable (y no, una clase no basta para saber como moverse en la pista).El tango de salón, el que se baila en las milongas, es una danza que requiere un constante desplazamiento. Para que esto se pueda conseguir en un limitado espacio, los bailarines se mueven como un conjunto. Ese movimiento tiene sus códigos y secretos. Esto hace que en el tango, a diferencia de otros bailes, si alguien baila mal no solo lo afecta a el o a su ocasional pareja, sino que molesta a los demás, no solo por el dolor estético que se puede producir al verlo, si no porque se pueden producir golpes, empujones, y hasta pisotones, que con un taco aguja créanme que no es cosa menor. Eso sin contar que un milonguero te puede terminar increpando en la misma pista de la peor manera, y con razón, si golpeaste a su pareja, aunque fuera sin intención.Así como no estaría bien visto probar la hostia en misa si no sos cristiano, hacer las oraciones en la meca sin ser musulmán, o circuncidarte si no sos judío (bah, que se yo, podés probar a ver que te dicen), del mismo modo explorar ciertas experiencias podría ser negativo, y sus consecuencias, mayores incluso que las que podrían tener las antes mencionadas.

Cuidado con las filmaciones y/o fotos:
A la gran mayoría de los milongueros les agrada la exposición. En consecuencia no suelen hacerse gran problema con que les saquen fotos o los filmen (los bailarines en cambio suelen ser mas quisquillosos, no vaya a ser cosa que les copien los pasitos). Sin embargo, no esta de más ser cuidadoso y discreto a la hora de sacar una cámara. Hay organizadores que no les gusta las filmaciones o quieren lucrar con ellas (me pasó que me quisieran cobrar un vez que estaba sacando fotos en una milonga del centro), y hay lugares, como ser milongas gays o prácticas especiales, en donde no está bien visto, o directamente no está permitido sacar fotos o filmar. Así que ante la duda, mejor preguntar.

Prestar atención a las pilchas:
Mas allá del estilo particular de cada uno, creo que en general cuando uno va a conocer un lugar, no es la idea resaltar de una forma que quede en evidencia su caracter de foráneo. Es por eso, que minimamente intentar adaptar nuestro vestir para no resaltar como anchoa en budín inglés. Claro, nunca falta el rebelde que se viste “como quiere”, pero me gustaría verlo caer a una fiesta punk-rock vestido de lacoste y zapatos nauticos. Después de eso charlamos.En todo caso, para el caso de las milongas, con un elegante sport en general ya se zafa en la mayoría. De todos modos, obviamente, nunca está de más averiguar la onda del lugar antes de ir.

Conclusión
Atendiendo muy pocos detalles, tu primera vez en una milonga puede ser mucho mas placentera para todos. Desde ya que estos consejos son generales, hay algunas milongas que tienen sus códigos mucho mas relajados, otros son mas estrictos, pero en general, atendiendo esto consejos vas a poder hacer una muy digna visita.

Y ahora una pregunta: ¿Alguien vió alguna actitud que no está aquí en la gente que por primera vez va a una milonga?

Publicado el 05 de Mayo del 2008

La práctica dió su fruto, y el visitante de las milongas se convirtió en un asiduo asistente, sus dubitativos primeros pasos se convirtieron en complejas y (mas o menos) elegantes figuras y su ignorancia de la cultura milonguera está desapareciendo reemplazada por experiencias que lo curtieron para que se vaya convirtiendo en un milonguero de ley. Digamos que cada vez la tiene más clara. Pero siempre hay algunos detalles que está bueno aclarar y/o recordar

No lo dejés pagando
Este regla va mas bien para las chicas. En general, es costumbre bailar la tanda entera de tangos antes de irse a sentar (salvo en las prácticas, donde no suele haber tandas, o al menos pausa entre ellas). Si terminan antes es porque el baile fue muuuy feo, y algún integrante de la pareja (generalmente la mujer) prefirió cortar antes el baile. Es decir, dejar de bailar antes de la finalización de la tanda (salvo que sea, digamos, por algún asunto que requiera internación urgente) es una cortada de rostro, lisa y llana. Es de hecho peor a decir que no a una invitación, porque significa que te tachan con conocimiento de causa. Es como expresar: “Mirá lo intenté, pero no va, no aguanto dos tangos mas con vos”. O sea, feito. Por eso mujer, pensá bien antes de aceptar, para que no te veas en una situación así, en la que un ego masculino saldrá malherido (a menos, claro, que seas de las que les encanta hacer eso) .

Pero si no queda otra…
¿Viste que en general, cuando no querés mas mate decís gracias? Bueno, se usa lo mismo en la pista. Si no te queda otra que irte a sentar porque estar en los brazos de tu pareja de turno es un suplicio que no se lo deseas ni a la que te piso con el taco aguja de 15 cm., un “¡Muchas gracias!” poniendo tu mejor cara de simpática es la salida preferible. Si ponés una excusa (tipo “Opa! me tengo que ir a sentar porque tengo un tirón en el músculo esternocleidomastoideo”) que no sea tan creíble, no vaya a ser cosa que efectivamente la crea y te invite de nuevo cuando considere que superaste el problema. Mujeres, hay veces que no queda otra que romper el débil, tierno y frágil corazoncito masculino (pobres de nosotros tan sufridos).

Cuidadito con el bis
Tradicionalmente, los milongueros van rotando en la elección de parejas de una tanda a otra. Y tradicionalmente, que una mujer sea elegida dos veces seguidas por el mismo bailarín, suele tener una connotación de acometida galante, o sea, a la fémina le están tirando los galgos. Y que la mujer acepte suele dar pié en el milonguero aceptado a pensamientos del tipo “¡Por fin se me dió!”, “Epa! Mirala vos, parecía dificil”, “¡Ajá! Listo el pollo y pelada la gallina”, “Soy un grosso, papito no podía fallar”, etc, etc. según sea la personalidad del galán en cuestión.Es verdad que este código no se respeta en situaciones como que haya amistad entre los bailarines, o se esté bailando en una milonga con códigos muy relajados o con muchos principiantes. Pero en general habrá que tener un cierto cuidado con repetir muy rápido respecto tanto a las invitaciones que se hacen, como a las que se aceptan.

Guarda con la precocidad
Tomate tu tu tiempo
. Eso es vital. Date tiempo para entrar en sintonía con el lugar. Al llegar a un milonga, fijate que códigos se cumplen, que tan ordenada es la pista, quien baila bien, y quien no. Una vez que tengás elegidas a tus posibles parejas, fijate si están acompañadas, espera que suene la música apropiada para sacarlas a bailar. Eso dependerá de tu estilo y gustos personales, pero en general no es buena idea que la primera con tanda con una persona desconocida sea, por ejemplo, a ritmo de milonga. Un Caló o Pugliese suelen ser mejores opciones.Y para volverla a invitar, en general, es mejor no apresurarse. Si gustó tu baile no esta mal que te deseen un poco, y si no le gustó, mejor no atosigar.

Escuchá a la orquesta!
Este es un error que he visto con demasiada frecuencia. Gente, cuando en la milonga toca una orquesta o grupo no salgan a bailar hasta que se invite a hacerlo. Si no pueden refrenar sus ansias, esperen al menos un par de temas antes de salir a la pista. Bailar con orquesta en vivo es hermoso, y en muestra de aprecio a eso, hay que tener la cortesía de brindarles su momento de protagonismo a los músicos. Cuando hay gente bailando, la atención se suele desviar hacia otro lado (salvo que sea una orquesta como “Los Reyes del Tango” que tienen mas presencia escénica que los Rolling Stones).

sábado, 2 de agosto de 2008

El cabeceo

Articulo publicado por tanguillo en www.tangoscopio.com y reproducido con su autorización. El articulo se publico en dos entregas que pongo juntas.

Agradezco publicamente la colaboración del autor para su publicación. Y dado que hay cosas interesantes, no creo que sea el último.


Codigos Milongueros: El Cabeceo

El Cabeceo I
Publicado el 21 de Mayo del 2007

La milonga posee, como otros ámbitos, sus reglas tácitas y un lenguaje característico. Una de sus expresiones mas propias (por lo menos en Buenos Aires) es el “cabeceo”

Definición
El cabeceo es un ligero movimiento con la cabeza, que realiza el hombre mirando a la mujer, generalmente a la distancia (hacerlo estando a la par de la mujer es síntoma de dificultades en la comunicación verbal) para invitarla a ir con el a la pista (a bailar, se entiende).

Este movimiento reemplaza en el varón a acción de ir hacia donde está la mujer, poniendo su mejor cara de canchero (y experto bailarín), y decir alguna frase, que puede ir desde “¿Bailás?” Hasta “Hola… disculpe mi atrevimiento… la vi desde el otro extremo, baila muy lindo, y bueno, ehhh, quería saber si quizás, tal vez, no se, si no está cansada, quisiera ir a la pista a bailar, claro, si no la molesto y no es mucho pedir”o alguna proposición menos afortunada.

Ventajas:
Una de las ventajas del cabeceo, para ambos sexos, es que permite que esa comunicación entre el hombre que realiza el cabeceo (podríamos llamarle “el cabeceador”) y la mujer que recibe la invitación (a quien podríamos llamarle “la cabeceada”, pero quedaría feito), sea, en general, solo advertida por ellos, a menos que sea exitosa, en cuyo caso saldrán a la pista. Por eso, como sabe cualquiera que suela ir a las milongas, es muy común estar sentado con alguien, quizás incluso manteniendo una conversación, y que de repente el/ella se levante de improviso, para ir a encontrarse con otra persona a la pista. Y el que se quedó sentado, no se enteró de nada hasta que la otra persona está bailando. Algo muy molesto para los celosos.

¿Es machista?
Una de las cosas que noté entre mujeres que no frecuentan milongas donde se use el cabeceo, es que a ellas les parece una manera poca galante, y hasta machista y chocante de invitar a una mujer a bailar. Lo que a ellas les gusta, es que un hombre se acerque hasta su asiento y les pida que le concedan una tanda. Y si ofrecen su mano a la mujer, mejor. Parece bastante lógico ¿no? Del tipo de cosas que a una chica le gusta. Y si ella dice que no, y bueh, sos hombre, bancátela, pero nada de esas mariconadas de invitar a la distancia sin que nadie te vea.

Sin embargo, hablando con asiduas milongueras, de las que van a bailar todas las noche, me enteré que su opinión es diferente. De hecho, es la contraria. Para ellas, el cabeceo es netamente feminista.

¿Cual es su explicación?

¿El “cabeceo” es feminista?
Hay algo que es un hecho: A menos que haya un problema personal con alguna persona en especial (o con todo el género masculino en general) a las mujeres no le gusta tener que decir que no cuando las sacan a bailar. De tener opción, diría que siempre prefieren evitar la incomodidad del momento. Eso es exactamente lo que les proporciona el cabeceo. Si alguien las cabecea, y ellas por algún motivo no quieren salir a bailar con el, simplemente se hacen las distraídas, las que no vieron, y de allí en mas evitaran contacto visual con esa persona.

En cambio, un hombre que se para en frente de ellas y les pide salir a bailar, las pone sin duda en un compromiso. Siempre tienen la opción de decir que no, pero por múltiples razones esto puede ser desagradable: quizá la otra persona no es buen bailarín pero les cae bien, o no quiere hacerlo sentir mal o hubiera preferido bailar en otro momento. Tal vez el decirle que no, desaliente a otros posibles bailarines a invitarla (o lo que es peor que, que por espíritu de cuerpo los otros hombres boicoteen a esa bailarina), tal vez simplemente ella no puede decir que no. Por diferentes motivos, hasta puede ser molesto que un varón se acerque a la mesa y pida bailar, cuando podría haber cabeceado. Y no estoy exagerando. He estado con milongueras, que cuando un hombre hizo esto, aceptaron el baile, pero advirtieron “Acepto ahora, pero la próxima vez, preferiría que cabecees”. ( Y no, no la chica en cuestión no es nada desagradable, todo lo contrario, pero eso si, es una milonguera muy requerida, y por eso se da el lujo de poner el punto sobre las ies)

¿En que quedamos?
En mi opinión, las ventajas del cabeceo son mayores que las desventajas, para ambos sexos. A pesar de que probablemente le quite lo galante a la invitación al baile, permite en cambio que se invite mucho mas, y que en caso de una negativa, ninguno de los bailarines quede en evidencia.


El Cabeceo II
Publicado el 02 de Junio del 2007

Situación Actual:
El cabeceo sigue siendo muy usado en las milongas de Buenos Aires, especialmente en las mas tradicionales. Sin embargo, en algunas milongas, se usa menos. Esto se puede deber a muchos factores: la ubicación de la pista y las mesas, que hace que sea difícil verse entre quienes están sin bailar, luces bajas o simplemente, otra forma de manejarse en la milonga. “La viruta” y “La catedral del Tango” son buenos ejemplos en todos estos aspectos. Pero incluso en estos lugares no deja de usarse el cabeceo.

Fuera de Buenos Aires es bastante menos utilizado. Por un lado, está el desconocimiento de este código, tanto en hombre como en mujeres. Por otro, el cabeceo se usa menos cuando uno tiene cierta confianza con la otra persona, o por lo menos la seguridad que va salir a bailar. Y dado que fuera de Buenos Aires, la gran mayoría de las ciudades tienen un circuito tanguero bastante más reducido, en la cual se conocen la mayoría de sus integrantes, no llama la atención que se acostumbre ir a invitar a la mesa.

Situación Futura:
Ni idea. No tengo respuesta para todo. De hecho, no se porque me puse a hablar de eso. Pero veamos: Por un lado esta claro que muchos códigos de la milonga se están dejando de usar. Por otro, lo que no creo que cambie, es que a los milongueros/as les gusta elegir con quien bailar. Y por eso, van a seguir diciendo que no. Y tampoco va a cambiar el hecho de que a la mayoría no les gusta el rechazo (con excepción de algún masoquista), y menos a la vista de todos, así que la cosa esta equilibrada: Los códigos se usan menos, pero este en particular se necesita.


Sugerencias prácticas para “Cabeceadores” y “Cabeceadas” (uy, que feo suena)

Para ambos:

Cuestión de Timming: La primera sugerencia es la más lógica y obvia, aunque no siempre sea tomada en cuenta: Es fundamental el lugar en donde se sientan en la milonga, sobre todo para las mujeres. Los hombres pueden incluso estar caminando e invitar al pasar a alguien, pero será muy raro que alguien invite a una mujer que está caminando o que no está sentada. Y si está sentada donde no la ve nadie, va a ser complicado para ella que los bailarines la saquen a bailar. Por lo tanto, es recomendable llegar temprano para tener más opciones donde sentarse (o mejor, reservar mesa).

Analizando el terreno: La pregunta obvia sería ¿Cual es el mejor lugar? Por lógica es aquel desde donde se ve a la mayor cantidad de gente. Y eso depende mucho del espacio físico y organización de la milonga. Generalmente es cerca de la pista, pero no preferentemente no de frente a ella si no de costado. Naturalmente, esos lugares son generalmente los que primero se ocupan. Otros buenos sitios serían los que están a la par de un pasillo por el donde circula la gente.

Hacete amigo/a: En algunas milongas suele haber un lugar en donde se sientan los mejores bailarines, o por lo menos los concurrentes mas asiduos. Si te das cuenta cual es, nada mejor que estar cerca de ellos.


Para vos, milonguera

Chau timidez: Como escribió “La Tanguera” en un comentario, a muchas mujeres les cuesta el hecho de tener que buscar la mirada de los hombres, para que estos tengan oportunidad de invitarla a la pista ( como también les cuesta a muchos hombres buscar los ojos de las mujeres).
Sin embargo, es un hecho que mientras más se cruce tu mirada con la de los bailarines, mas oportunidades hay de salir a bailar. Sobre eso no necesito hablar demasiado, las mujeres saben más que los hombres del poder de la mirada. Pueden lograr, por ejemplo, que un bailarín que normalmente no las hubiera sacado a bailar (tal vez por tímido, tal vez por arrogante o por algún otro motivo), las cabecee. Dependerá de la forma que lo miren, quizás esbozando una sonrisa para darle ánimos. He visto incluso a chicas mirar a un bailarín con una seductora y levantar como en un brindis una copa… si con eso no tienen éxito, pueden renunciar a la esperanza de bailar con el esa noche. Claro que esta última es una estrategia con tintes extremos, cada mujer sabe hasta donde quiere (o se anima) a llegar.

Si le vas a dar el si: En caso de que aceptés (salir a la pista, se entiende), bastará con que asientás levemente y caminés hacia la pista, y lo esperés. El tiene que ir a vos. Independientemente de quien sea el bailarín, es preferible que evités, expresiones de resignación (”y bueh, si no queda otra”) o exabruptos de alegría como saltar y gritar.

Si lo vas a tachar: Si el bailarín no te convence, o por alguna razón no querés bailar, en general bastará con hacer como que nunca viste nada, seguir con la mirada para otro lado y claro, nunca más volver a mirar a hacia donde te cabecearon, para evitar que se repita (a menos que eso sea lo que quierás, claro). De todos modos, a veces esto no funcionará, porque, como apuntó una lectora de este blog, al ignorar al que cabecea solo lograrás que este se pare, y viniendo a la mesa diga algo como “¡Hace una hora que te cabeceo! ¿No me vés?”. Con estos vas a tener que ser mas directa en tu negativa (o capitular resignadamente).

Al rechazar la invitación, evitá poner cara de disgusto, o hacer gestos, como girar el dedo índice en la sien (”¿Estás loco?”), llevarte el pulgar a la boca como en el acto de beber algo (”¿Estás borracho/en pedo?”), o levantar la mano con la palma hacia arriba con el dedo medio extendido (sin traducción), ya que no suele ser bien recibido por quien invitó a bailar.


Para vos, milonguero

Elegir el momento adecuado: Si la chica que tenés ganas de sacar a bailar, estuvo bailando endiabladamente milonga en la tanda anterior, quizá debás esperar a que descanse. Observa la situación para que al cabecear no queden dudas de que lo estás haciendo. Es decir, evitá cabecear por entre medio de la gente, o cuando no estás seguro que ella te está mirando. No es nada agradable estar en la duda si ella no aceptó el baile, o no te vió. Y como apuntó bien Tina, en su blog respondiendo a mi artículo anterior: si una mujer se está levantando, no la cabecees ni te acerqués a invitarla a bailar. Probablemente ya la sacaron y está yendo a la pista.

No estás cabeceando un centro: No hace falta que exagerés con el movimiento de la cabeza, no vaya a ser cosa que te jodás el cuello. Pero tampoco seas demasiado sutil, que la haga dudar si la invitaste o fue un tic nervioso. En realidad, por lo general, tu cara es la que le muestra que la estás invitando, así que no esta mal que sonrías (pero intentá que no se te caiga la baba por la comisura de la boca). Si está lejos, o dudas de su capacidad visual, considerá usar las manos para ayudarte. Pero no como un barita dirigiendo el tránsito, si no más bien un pequeño gesto con el índice señalando la pista.

Precisión y punteria: ¡Mucho cuidado con cabecear desde lejos, especialmente a dos mujeres juntas! Si por casualidad ambas pensaron que el cabeceo estaba destinado a ellas, y se levantaron, resignate: no hay forma de que quedés bien con ambas. Vas a tener que elegir, y la que se quede sentada no va a estar nada contenta, aunque no sea tu culpa. (Nota: he visto propiciar esa situación para dejar mal parada a una chica ¡Vos no seás tan patético!)

Esas son las sugerencias que tengo por ahora. Si a alguien se le ocurre alguna más, su aporte será bienvenido.

lunes, 23 de junio de 2008

Manual para Tangueros (comportamiento en la pista de baile)

El siguiente aporte es trascripción de la nota publicada en la revista ArgenTango, la muy buena revista internacional de tango, cuyo Director Comercial es el Licenciado Marcelo Castelo.

Si bien todo buen milonguero conoce y respeta ese acuerdo tácito que rige en la pista de baile, nunca está de más recordar estos códigos.En ocasiones el ansia de lucirse hace que muchos bailarines olviden estas simples reglas y opten por desplegar un aparatoso bagaje de pasos (en algunos casos también acrobacias), que no hacen más que estorbar al resto de los concurrentes. Para éstos y para todos aquellos que se inician, va esta breve síntesis sobre los códigos de convivencia en una pista de tango:

1) El tango es un baile de desplazamiento en que se circula en dirección contraria a las agujas del reloj. Si vas a pararte para realizar una figura o careces de la pericia necesaria para mantener el ritmo de circulación, acércate al centro de la pista. Caminar por la periferia presupone que vas a mantener tu velocidad y dirección de movimiento.

2) Nunca adelantes a una pareja por su derecha, a no ser que haya espacio suficiente. Es el ángulo muerto de la visión del hombre, a quien le tapa la cabeza de su pareja, y no sabrá que estás ahí, con el riesgo que supone que se mueva o gire a la derecha y choque.

3) No indiques a tu pareja que realice boleos o ganchos altos. Si haces un boleo, que sea bajo y bien marcado. Y las mujeres que no se dejen llevar por el arrebato del momento, es recomendable contener el boleo.

4) No hagas movimientos bruscos o imprevistos. Está permitido sorprender a tu pareja con tus improvisaciones, pero no sorprendas nunca al resto de parejas que hay en la pista; ellas deben saber siempre hacia dónde vas.

5) Las figuras no siempre cuadran con cualquier ritmo ni con cualquier orquesta. Estudia qué figuras son acordes a la versión de cada tango y no trates de hacerlas sólo porque quieres demostrar tus conocimientos.

6) Si ya comenzaste una figura y descubres que por las circunstancias de la pista se te cierra el espacio, no te empeñes en acabarla; una norma de cortesía que los demás reconocerán, será interrumpirla y dejarla para mejor ocasión.

7) Salvo que la pista esté muy vacía, nunca avances de espaldas. Tu pareja no siempre podrá ver por encima de tu hombro y aún así le puede no resultarle fácil frenarte si hay un obstáculo.

8) Adáptate siempre a la capacidad de tu pareja. Si baila peor que tú (o eso crees), no la obligues a realizar movimientos que la puedan hacer sentirse incómoda. Si baila mejor, no intentes lucirte: haz lo que sabes. Vale mucho más un tango bien bailado, con sentimiento, aunque sea con pasos sencillos, que un tango con grandes figuras y adornos, a destiempo, o mal realizados.

9) Trata de no hablar durante el baile. El que dirige debe escuchar y sentir el ritmo. Ella deberá seguirte participando del mismo sentimiento. Para conocerse está el espacio entre pieza y pieza. Y, desde luego, jamás des lecciones teóricas sobre cómo bailar. Es la manera más rápida de que te odien.

10) Acompaña a tu pareja hasta su asiento al final del baile. Y, por supuesto, dale las gracias, aunque en tu fuero interno te estés diciendo que no la vas a volver a sacar en tu vida.

11) Procura que no te abandone el desodorante durante el baile. Si transpiras mucho lleva una muda de repuesto, y utiliza toallitas húmedas. Una visita al baño, y como nuevo.

12) El tango se baila cara a cara, por lo tanto es conveniente conservar un aliento fresco. Nunca está demás llevar pasta dentífrica o alguna menta.